Ir en moto, ya sea de viaje, una ruta de domingo o un desplazamiento cotidiano, además de gustarnos mucho tiene muchas ventajas frente a otros vehículos. Sin embargo, tenemos que asumir una mayor exposición a las inclemencias climatológicas. En este post hablaremos del viento.
De todas las inclemencias a las que normalmente nos enfrentamos, el viento fuerte es la que peor solemos llevar. De hecho, la mayoría de moteros prefiere la lluvia al viento lateral fuerte. Pero por más que no nos guste, tarde o temprano, lo tendremos que sufrir. Así que, cuanto más preparados estemos para ello, mejor responderemos en esta situación.
Los que vivimos en Zaragoza sabemos de qué hablamos cuando se trata de este tema. Por aquí no nos queda más remedio que acostumbrarnos ya que, según estudios meteorológicos, tenemos una media de más de 300 días de viento al año más o menos fuerte. Eso significa que si esperásemos a que deje de soplar el cierzo para salir con la moto, no saldríamos casi nunca.
Si sopla el viento a nuestro favor estamos de suerte. El ruido en nuestro casco será menor y gastaremos menos combustible. Si sopla de frente, no presenta más problema que la incomodidad por el mayor ruido, la moto corre menos y encima gastaremos más gasolina, pero no hay más complicaciones. El problema mayor se presenta cuando el aire nos da de lado y con fuerza. Veamos cómo solventar esto.
En el indicador de la foto se ve cómo el viento viene de la derecha y además fuerte. Eso significa que va a empujar en el lado derecho de nuestra moto que, cuanto más carenada sea, más superficie tendrá el viento para incidir sobre ella desviándonos hacia la izquierda.
Nosotros tendremos que compensar el empuje del viento. Si tratamos de hacerlo aplicando todas nuestras fuerzas en el manillar, solo conseguiremos acabar con los brazos hechos polvo. Además, como iremos demasiado rígidos por hacer tanta fuerza no lograremos evitar los bandazos que nos desestabilizarán y pasaremos incluso miedo.
En lugar de aplicar tanta fuerza sobre el manillar prueba algo que seguro que haces al trazar curvas. Prueba la técnica del contramanillar.
Si el viento te viene por la derecha apóyate más en tu mano derecha. No hace falta empujar el manillar con mucha fuerza, verás cómo solo hace falta un poco.
Además, no dejes el brazo rígido. Mantenlo firme, pero con suficiente soltura como para absorber los meneos que provocan al oscilar las rachas de viento. Tienes que lograr un efecto amortiguador.
Si sopla por la izquierda, pues lo mismo pero con el brazo izquierdo.
La próxima vez que sufras por el viento lateral prueba esto y verás cómo sigue siendo desagradable, pero tendrás que pelear mucho menos y además sentirás más seguridad.
Lo malo es que aunque te sople el viento por la derecha o por la izquierda no será todo el rato igual. Tendrás muchas variaciones y cambios de dirección que te darán más de un susto. Para lidiar con este tipo de situaciones lo mejor es la anticipación, saber por dónde nos va a dar el aire. Veamos algunos casos:
A mi, el caso que menos me gusta es cuando adelanto a algún camión o autobús y viene el viento de la derecha.
Al adelantar a un camión como vemos en la foto, iremos compensando el empuje lateral hasta alcanzarlo. En el momento en que lo alcanzamos, el propio camión nos tapa el viento y dejamos, de repente, de sufrir su fuerza. Esto hace que inmediatamente sintamos un vacío y la moto se nos va hacia la derecha. Seguimos protegidos del viento hasta que rebasamos al camión y, nada más asomar por delante de la cabina, recibimos de sopetón ese maldito empuje que nos hace desviarnos hacia la izquierda.
El mismo caso, pero con viento de la izquierda no tiene tanta incidencia sobre nosotros. En esa situación lo peor es cuando nos cruzamos con un vehículo grande en carretera convencional. Sentiremos un corte rápido del viento durante un segundo, lo cual provoca una sacudida que nos puede desestabilizar.
Al salir de un túnel también hay que tener cuidado. Puede que vayamos protegidos hasta que, nada más salir de el, recibamos un buen empujón hacia izquierda o derecha en un día de vendaval.
No podemos hacer nada para evitar esos zarandeos que nos da el viento en esas situaciones, pero si que podemos estar preparados si las vemos venir y así mitigar sus efectos.
En estos casos te darás cuenta de la importancia de que el casco te ajuste perfectamente. Un casco que te va grande es una tortura cuando te da el viento racheado fuerte. Parece que te lo va a arrancar con cabeza y todo.
Otra variación brusca en las corrientes de aire se puede producir cuando pasamos por un puente.
Al pasar por un puente cuando tenemos viento lateral es muy posible que este aumente o disminuya bruscamente. Ello se debe a que en ese momento, la corriente de aire pasa por encima y por debajo de la carretera a velocidades diferentes. Esto puede provocar una turbulencia que sentiremos de repente y que nos puede desestabilizar. Sabiendo esto, al menos, podemos estar alerta y no nos pillará por sorpresa.
Veamos más situaciones que se pueden dar.
Imagina que vas rodando con el viento a favor. Irás muy bien y muy a gusto. Puede que hasta te olvides del vendaval. Pero harías bien en fijarte en la vegetación que te rodea.
Fíjate en las plantas de la foto de arriba. Si vas con el viento a favor y ves que las plantas siguen una misma dirección, esto quiere decir que, si tienes que hacer un giro a la izquierda o la derecha, el viento te dará de lado otra vez. Si eres consciente de esto no te cogerá por sorpresa y evitarás sustos.
Esta idea es también muy útil en las rotondas.
Observa las plantas en esta rotonda. En esta, en este momento, venía de frente. Unos metros más adelante empezará a venir de lado por la derecha. Me tengo que ir preparando. Si continúo girando me dará por la espalda y, si sigo, me dará por la izquierda.
Por cierto, se me olvidaba que a veces hay que estar pendientes de las plantas por otra razón. En ocasiones, el viento fuerte es capaz de arrancar matas secas de tamaño considerable, como capitanas por ejemplo. No es raro en días ventosos que estas atraviesen la carretera con el peligro que ello conlleva. Mucha atención con esto también.
En todos los casos que hemos visto juega también un papel muy importante nuestro copiloto si lo llevamos. Cuanto más cerca vaya del piloto más estable será el conjunto moto/piloto/copiloto.
Piensa que si además de incidir el viento sobre la moto y sobre ti, con los movimientos que esto provoca, incide además sobre tu pasajero con más movimientos…, esto te puede complicar mucho la vida. Por eso un buen copiloto que sabe colaborar en la conducción no tiene precio.
Saber los cambios que vamos a tener en las corrientes de aire nos será muy útil y hará más llevadera nuestra ruta en días de viento fuerte. Además evitaremos sobresaltos desagradables al pilotar con más seguridad.
Como ves la idea es ser observadores y prestar atención a lo que nos rodea. Así conoceremos los efectos del viento y reduciremos su impacto sobre nosotros y nuestra moto.
Piensa que salir a rodar con mal tiempo también tiene cosas buenas. A veces vemos imágenes y paisajes que nunca tenemos cuando hace bueno.
Espero que todas estas ideas y consejos te sean útiles si te tienes que enfrentar con tu moto a una buena ventolera.
Si te ves en esta situación, ya sea porque has decidido salir o por pillarte por sorpresa, recuerda aplicarlos con precaución. Poco a poco te irás acostumbrando al viento.
Nos vemos en la carretera. ✌🏻
Dioni Salavera
Muy bien explicado….a mi personalmente me da mucho miedo ir de copiloto con viento… Ahora ya entiendo que lo que mi marido dice que es un poco de viento a mi me parece un temporal… y el miedo que paso al adelantar camiones…mejor mirar bien el tiempo para no pasar un mal rato✌🏻😎
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Bien dicho Dioni
Saludos
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