
Poco a poco he ido ampliando el radio de acción de la Vespa mientras hacía el rodaje. En esta salida completé los mil primeros kilómetros desde la reparación en un entorno muy especial.
En la anterior salida llegué hasta el límite del Campo de Borja con la comarca del Aranda en Zaragoza. Esta vez crucé la línea y continué recorriendo esta segunda comarca

En la cima del Puerto de la Chabola comienza mi viaje por la comarca del Aranda. En este primer paso recorrí El Valle del río Isuela.
La bajada del puerto es muy bonita, aunque hay que hacerla con cuidado. Carretera estrecha, curvas cerradas, asfalto recio y algo de gravilla… Las vistas merecen la pena.

La siguiente población después de bajar el puerto es Tierga. Pueblo tranquilo y agradable. Alguna vez he parado a almorzar en el Restaurante Ester y me ha gustado. Buen sitio si quieres parar a comer.

Nada más salir de Tierga tomé el desvío a la derecha en el cruce para llegar a Trasobares.

Siempre que he pasado por aquí me ha llamado la atención el arco que hay en la plaza.
Junto al arco hay también un buen sitio para comer unos buenos huevos fritos con jamón: El bar La Ponderosa. En estos bares se disfruta tanto del almuerzo como de la conversación con los pocos lugareños que viven por allí.

Dejé atrás Trasobares en dirección a Calcena. Por el camino no dejaba de sorprenderme con los paisajes y las distintas tonalidades de la tierra por la zona.
Te recomiendo conocer este valle en otoño, con las hojas de los chopos amarillas, casi de oro y los tonos rojizos de algunos arbustos. Es una explosión de color digna de ver.

Enseguida llegué a Calcena. Cuando te acercas a Calcena llama la atención la silueta del pueblo junto a la montaña y el río. Destaca la cúpula de bronce, a veces brillante de la torre de la iglesia.
En Calcena tiene lugar todos los años, en agosto, una interesante prueba deportiva llamada «La Calcenada». Consiste en realizar un recorrido alrededor del Moncayo de 104 kilómetros en menos de 24 horas y la puedes hacer caminando, a caballo o en bicicleta.
He tenido la suerte de realizar esta prueba. Hice el recorrido andando y es una experiencia que todo el mundo debería probar al menos una vez.
Además de sentir la hospitalidad y el cariño de la gente de la zona que la organiza te da muchas lecciones de superación para aplicar en la vida.

Al salir de Calcena me desvié hacia Oseja, pueblo cercano.
En cuanto se cruza el río comienza un pequeño puerto de montaña que discurre entre unas enormes y espectaculares formaciones rocosas. Todo esto es una conocida zona de escalada. Bonita carretera para ir tranquilamente y bonito paisaje.
Bajé de nuevo hasta el cruce de Calcena desandando lo andado y tomé dirección a Purujosa.

Pero antes de llegar al siguiente Pueblo hice un alto en el camino para almorzar algo.

Esta fue la primera ruta con el baúl de aluminio que le puse a la Vespa como top case. Todos los que opinan sobre él o les encanta o les horroriza. Yo al principio lo veía raro, pero el resultado que da me ha dejado encantado.
Tiene buena capacidad y la forma interna permite organizar muy bien las cosas. Además se soluciona el problema de las maletas normales, que al abrir chocan con el respaldo del asiento.

Le he encontrado utilidad hasta a la forma de la tapa. Es una mesa de picnic estupenda.

Una vez almorzado continué hasta Purujosa.
Purujosa está en lo alto de una montaña. Es como un nido de águilas, adaptándose perfectamente a las formas del monte que ocupa.

Este pueblo tiene la peculiaridad de ser el más pequeño del mundo con el tráfico regulado por semáforos y, como tal aparece en el libro Guinness de los Récords.
No habrá censadas más de treinta o cuarenta personas, y aún son menos las que viven allí de manera regular, pero tienen el tráfico regulado de esta forma.
Su calle de acceso es una larga, estrecha y pronunciada pendiente que va zigzagueando hasta llegar a una pequeña plaza. Si se junta un coche que baja con otro que sube pueden pasar un mal rato haciendo difíciles maniobras hasta que uno de los dos consigue recular.
De hecho, cuentan que en una ocasión dos vecinos acabaron a tortazos por ese motivo. Por eso se adoptó esta solución.
Tenía curiosidad por ver los dos semáforos del pueblo, así que allí fui.
Cómo no, me tocaron los dos en rojo, el de subida y el de bajada.

Los dos semáforos están funcionando continuamente. Aunque haya poca gente no se sabe cuánto va a bajar o subir alguien en coche.

Purujosa me pareció un pueblo precioso y bien cuidado para los pocos habitantes que tiene. Si quieres pasar un finde tranquilo por aquí tienes un albergue con buena pinta. También en Calcena tienes otro.
En cuanto se puso el semáforo verde baje por la calle de entrada y salida para continuar hasta Beratón, ya en la provincia de Soria.

Para llegar a Beratón desde la provincia de Zaragoza hay que subir un bonito puerto de montaña de seis kilómetros.
A unos 1200 metros de altitud está el pueblo. Cuando llegas te das cuenta de que en pocos kilómetros ha bajado bastante la temperatura. Allí hace frío hasta cuando hace calor.

Merece la pena cuando llegas aquí parar el motor de la moto, quitarte el casco y escuchar. El silencio que hay es sobrecogedor.
El tramo de carretera entre Beratón y Cueva de Ágreda es muy agradable. Vas describiendo suaves curvas, subidas y bajadas, aunque te recuerdo que son carreteras para ir tranquilo y saborear cada kilómetro.
Cueva de Ágreda es el pueblo más cercano a la cima del Moncayo. Hay un bar en la plaza por la que pasa la travesía que tiene un premio al mejor torrezno de España. La pena fue que cuando pasé por allí estaba cerrado por vacaciones.

Seguí hasta Ágreda, donde paré a llenar el depósito y descansar un rato.

De Ágreda, buscando carreteras secundarias fui a Vozmediano, otro buen sitio si te gusta almorzar bien y con contundencia.

No paré en Vozmediano esta vez y seguí hacia Trasmoz dejando atrás Soria para entrar de nuevo en Zaragoza por la comarca de Tarazona y el Moncayo.

Cuando divisas a lo lejos Trasmoz no puedes dejar de mirar la silueta del pueblo sobre un montículo con su fantasmagórico castillo en lo alto.
Ese perfil le queda que ni pintado al único pueblo de España excomulgado y maldito por un papa y la iglesia. Alguna vez ya he contado esto.

Por lo visto, allá por el siglo XIII, el pueblo era conocido por los aquelarres y fiestas paganas que allí se celebraban. A tal punto llegó que el Papa vigente entonces lo excomulgó. Además, por si fuera poco, el abad del Monasterio de Veruela lo maldijo en el año 1511. Hasta la fecha ningún Papa ha levantado el castigo a Trasmoz.
A saber los motivos reales de esto y si era para tanto. Lo que sí sabemos es que muchas leyendas sobre brujas transcurren en este escenario y que su castillo tiene un aspecto encantadoramente siniestro. También que la historia de Trasmoz, sus leyendas y su castillo atraen a muchos visitantes curiosos.
El Monasterio de Veruela está a un tiro de piedra de Trasmoz, en Vera de Moncayo.
Allí residió Gustavo Adolfo Bécquer y fue donde escribió las famosas «Cartas desde mi celda» y las «Leyendas» del Moncayo.

Desde Vera fui a Borja y me desvié para ir a Pedrola pasando por Pozuelo, ósea, evitando las nacionales siempre que fuese posible.

En Pedrola hice una última parada para echar un vistazo general a la población. Con esto ya di mi ruta por terminada y ya no paré hasta llegar a casa.
Fue una ruta de unos 250 kilómetros por carreteras secundarias y tranquilas en las que saboreé cada kilómetro.
Me encantó la parte que recorrí de la Comarca del Aranda, donde además de las posibilidades para recorrer en moto hay muchas rutas más que interesantes para el senderismo.
Ve a conocerla y querrás volver.
Dioni Salavera
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